Los que conocen el SEO y su funcionamiento saben de la importancia de los enlaces a la hora de lograr un buen posicionamiento orgánico en Google y el resto de buscadores. Para los que todavía andan un poco pez con esto del posicionamiento orgánico, convendría hacer una pequeña explicación antes de continuar con el contenido de este artículo.

El SEO hay muchas maneras de definirlo, pero básicamente se trata de una estrategia de marketing online enfocada a mejorar la visibilidad de nuestra web en buscadores como Google, especialmente cuando un usuario busca por algún servicio o producto que ofertamos. Para lograr esta mejora se utilizan diferentes técnicas y metodologías, pero principalmente enfocadas en dos aspectos: mejorar ciertos aspectos técnicos, textuales y de usabilidad de nuestra web y lograr recomendaciones fuera de nuestra web. Hoy nos centraremos en el segundo de los puntos, las recomendaciones.

Para Google una recomendación no es un comentario al uso de un cliente que ha quedado satisfecho (o no) por nuestro servicio y lo manifiesta en la red. Para Google una recomendación es un enlace. Un post, un artículo, una imagen, un banner… cualquier elemento que lleve consigo un enlace hacia nuestra web será considerado como una recomendación. Incluso, paradójicamente, aunque el comentario sobre nuestra marca o servicio sea negativo, si va acompañado de un enlace, puede ser positivo para nuestro SEO.

Pues hagamos enlaces entonces

Viéndolo así, muchos de los que no estéis familiarizados con el SEO pensaréis: “Si lo que importa es tener muchos enlaces, los construimos de manera manual y solucionado”. Y no andáis desencaminados. La realidad es que la generación de enlaces de manera manual (linkbuilding) es una de las técnicas de toda estrategia de SEO para lograr mejorar el posicionamiento. Sin embargo, no todo vale. Los buscadores se han ido perfeccionando para no tener solo en cuenta la cantidad de enlaces que apuntan hacia nuestra web, sino también su calidad. Dentro de la calidad, entran en juego criterios como la temática de la web que nos enlace, la manera en la que nos enlaza, la propia autoridad de la web enlazante, etc.

Este mayor control del tipo de enlace que llega a nuestra web se produce precisamente por las prácticas de compra y construcción de enlaces masivas realizadas en el pasado con el fin de mejorar el posicionamiento.

Ahora, lo que antes era una buena manera de asegurar un posicionamiento exitoso, es penalizado por los buscadores. ¿Qué significa? Que si Google detecta que la cantidad y la calidad de tus enlaces es poco natural y entiende que es fruto de la compra o generación de enlaces de manera fraudulenta, penalizará tu web y dejará de mostrarla o lo hará en posiciones más relegadas.

Pero, si yo no hago este tipo de prácticas, ¿de qué debería tener miedo?

Aunque tú no generes enlaces de manera manual para tu web, nunca estás 100% a salvo de no ser penalizado por tener un perfil de enlaces poco natural. Y es que, las técnicas que antes se utilizaban para mejorar de manera manual el posicionamiento de las webs, ahora se utilizan precisamente para lo contrario, para generarles una penalización.

Muchas son las empresas que han llegado a nosotros con perfiles de enlaces con alto riesgo de ser penalizados (o estando ya penalizados) que en ningún momento habían realizado técnicas de SEO o linkduilding con anterioridad. Esto se debe a que, en ocasiones, nuestra web puede ser añadida a directorios o granjas de enlaces con el propósito de perjudicarnos. Esto puede ocurrir por simple mala suerte, o por acción directa de algún competidor. Os pongo algún ejemplo:

http://globesearch.co/the_worlds_most_visited_web_pages_441.html

http://the-ads.net/the_worlds_most_visited_web_pages_441/

Si os fijáis estas dos páginas son idénticas. Tan solo tienen un pequeño header y footer y, entre medias, un listado interminable de enlaces. Esto es lo que se conoce como una granja de enlaces. Si bien parecen la misma web, al contener dominios diferentes, para Google supondría, a priori, dos webs diferentes que nos enlazan. El problema surge cuando descubres que no solo son dos dominios, sino que como estos hay cientos de dominios idénticos enlazando hacia tu web.

¿Hay solución para algo como esto?

Hay solución, no desesperes. Pero, antes que nada, lo importante es saber detectar el problema. Para ello, es conveniente hacer auditorías de enlaces de manera regular. Nunca podemos estar 100% a salvo de ataques como estos. Por ello, es importante saber localizarlos a tiempo y ponerles remedio cuanto antes.

Mediante diferentes herramientas de SEO, podemos detectar estas acciones, extrayendo un listado de todos los dominios que nos puedan ser perjudiciales y declarando a Google que son enlaces de los que no nos hacemos responsables (por decirlo de algún modo). Es decir, una vez detectados, podemos a través de Google solicitar que no tengan ningún tipo de valor para nuestro site, ni positivo ni negativo.

Si tienes una web y supone una de tus principales o la principal fuente de ingresos de tu negocio, no debes dejar este tipo de cosas al azar. Contrata un servicio de consultoría SEO y mantén tu web a salvo y bien optimizada.